Emir Manu Maradó


“Cuando Emir Kusturica me llamó para colaborar en la película que estaba haciendo sobre el Diego, quería hacer una grabación de Santa Maradona en plan acústico”.

“Dame un chance de conocer a Diego, de ver si puedo escribir algo nuevo sobre él.
Y escribí esa canción, que no es tanto sobre Diego sino sobre el destino, La vida tómbola."

Sin embargo, para que Kusturika “comprara” su idea tuvo que pasar cierto tiempo y asomar su nariz el azar o el destino, como prefieran llamarlo.

Cuando en noviembre de 2005 Bush fue a Mar del Plata para asistir a la Cumbre de las Américas, Manu aprovechó que estaba por el país para participar de la anti-cumbre que repudiaba la visita del presidente. Kusturica y Maradona partieron con el mismo rumbo, subidos a un tren que salió de Constitución. “La noche anterior cantamos en un bar de Mar Chiquita, nos pillamos una buena borrachera”, recuerda, “La mani era a las nueve de la mañana, así que medio borrachitos salimos para Mar del Plata. Y paramos en una gasolinera para lavarnos un poco la cara y estar decentes para la foto. Eran las siete de la mañana y cuando entrábamos nos encontramos a Kusturica, desesperado porque había desaparecido Diego. Y ahí aprovechamos, sacamos las guitarras del autobús y le cantamos La vida tómbola. Y se emocionó y dijo: “Bueno, vamos con esa”.

La escena de la estación de servicio fue registrada por una cámara casera y puede repasarse en La Tevelina, el apartado de videos de su página web. Sentados alrededor de una mesa, Kusturica y su equipo escuchan y miran con una expresión que se debate entre el cansancio y la franca desesperación. Hasta que de pronto parecen olvidar que acaban de perderle el rastro al protagonista de la película. Y se entusiasman con los guitarrazos y la voz pelada de Manu, que entona: “Si yo fuera Maradona/viviría como él / mil cohetes … mil amigos / y lo que venga de a mil por cien”. Al final, en medio de una estruendosa ovación un asistente exclama: ¡Fantastic, for the movie!” y se oyen aplausos.

La Mano, por Juan Andrade


2 comentarios:

Cuadernos Argentinos dijo...

increible historia, y la cancion, ni hablar

julieta dijo...

Si, en ese número a La Mano la nombraron "La Manu"
Imperdible