Rouge - Fraternité

“Le escribí. Él ya no actuaba en películas, sí en pequeños teatros en la provincia francesa. Le propuse que nos encontráramos. Dijo: "Bueno ,pero, a mí no me gusta viajar a París. Así, que podemos encontramos en el aeropuerto. Yo voy a aterrizar. Nos encontramos y me voy de vuelta." Nos juntamos y a los diez segundos ya sabía que él era el juez, porque era obvio. Sus ojos, su sonrisa, que de repente hace resplandecer una cara oscura, y con esa presencia tan fuerte. Envejeció de una forma muy hermosa, envejeció como una persona, no como un actor. Se notaba que no se la pasa tomando juguitos de naranja, sino vino, y que no hace pesas para tener muchos músculos y poca panza. No hablamos nada del papel, hablamos de autos, porque a él le interesan los autos y en su momento fue corredor de carreras. Me dijo que le gustaba mucho mi guión, porque ya lo había visto, que él no podía hacer el papel, pero que tenía un actor pensado para mí. "Bueno, proponémelo”. Pero, este actor había muerto. Le dije a Trintignant: "Es muy interesante tu propuesta, pero lamentablemente tu amigo no vive más." "Entonces, voy a tener que hacer el papel yo"- “me parece que sí'. Así fue como completamos los personajes de la película.” Angela Sannuti - Kieslowski en Buenos Aires

3 comentarios:

Pablo dijo...

Qué cambio de look, che...

bien...este tiene más personalidad...

Unknown dijo...

Agradable y bello el post sobre Kieslowski y su trilogía. Gracias.

julieta dijo...

A mi me gustaba de antes, no fue nada.